THELIOS CAPITAL

Lo importante no es encontrar muchas ideas, sino entender bien unas pocas

¿Qué es Thelios Capital?

Esta plataforma nace como un proyecto personal para construir, paso a paso, mi track record como inversor. Aquí documento cada inversión realizada en mi cuenta personal, explico el análisis detrás de cada decisión y muestro con transparencia cómo evoluciona la cartera en el tiempo.

Todo el proceso de selección lo hago mediante un software propio que he desarrollado y que escanea el mercado global para detectar, de forma objetiva y sin sesgos, las mejores empresas.

Rentabilidad acumulada

Evolución porcentual de la estrategia de inversión desde su inicio.

Tesis de Inversión

Empresa 1

Sterling Infrastructure

Proveedor líder en soluciones de infraestructura en EE.UU, con presencia en centros de datos, transporte y edificación residencial.

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Empresa 2

Sezzle

Plataforma de pagos "compra ahora, paga después" (BNPL) en EE.UU. y Canadá que permite fraccionar compras sin intereses y ayuda a los comercios a aumentar conversión y ticket medio.

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Empresa 3

Kanamic Network

Plataforma cloud japonesa de coordinación sanitaria y cuidados de larga duración que conecta hospitales, clínicas y residencias con gobiernos locales.

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Notas del Gestor

Invertir es decidir a pesar de la incertidumbre

Una de las primeras lecciones que interioricé es que nunca vas a tener toda la información. La inversión es un acto de decisión en condiciones de incompletitud constante. Quien espera certezas antes de invertir, simplemente no invierte. O, peor aún, invierte cuando el mercado ya ha descontado todo lo bueno, y el margen de seguridad ha desaparecido.

La clave está en asumir que toda tesis tiene lagunas. Lo importante es que los fundamentos conocidos sean lo suficientemente sólidos y el precio suficientemente atractivo como para que la incertidumbre residual no amenace el capital. Es decir, acepto operar con una “incertidumbre razonable”.

Esto requiere humildad. No se trata de buscar la perfección analítica, sino de construir convicción con lo que tienes, siempre dejando espacio para que la realidad te contradiga. Mi marco de análisis intenta reducir el rango de lo incierto, no eliminarlo. Porque si esperas a tenerlo todo claro, llegas tarde.

¿Cómo gestiono el miedo a equivocarme?

Invertir con dinero real conlleva una carga emocional fuerte. No es lo mismo tener razón en papel que poner tu nombre detrás de una operación. Y ese miedo —a equivocarte, a quedar en evidencia, a perder dinero— puede paralizar, desviar tu atención o llevarte a tomar decisiones impulsivas.

La manera en que lo gestiono es doble: por un lado, con proceso, y por otro, con perspectiva. El proceso me protege de actuar por impulso. Tener criterios definidos, umbrales cuantitativos y un marco repetible ayuda a que la decisión no dependa de un momento emocional. No se trata de eliminar el miedo, sino de que no tome el volante.

La perspectiva, por otro lado, me recuerda que un error no es un fracaso si se tomó con método. Hay inversiones que saldrán mal simplemente porque el mundo no es predecible. Lo importante es que esa decisión haya sido coherente con mis principios y mi proceso. Así convierto cada error en aprendizaje y no en culpa.

Rentabilidad vs Riesgo

Es tentador juzgar una inversión solo por la rentabilidad que ofrece. Pero la experiencia te enseña que el retorno, por sí solo, no es un buen indicador de calidad. Lo relevante es cómo se obtiene ese retorno y a qué coste en riesgo.

En Thelios Capital, no busco rentabilidades espectaculares si vienen asociadas a desequilibrios financieros, modelos insostenibles o narrativa excesiva. Prefiero una rentabilidad razonable con alta visibilidad y bajo riesgo de pérdida permanente de capital. No me interesa el beneficio volátil, sino el beneficio resiliente.

Además, evalúo cada posición no solo por su rentabilidad esperada, sino por su asimetría: cuánto puedo ganar si acierto frente a cuánto puedo perder si me equivoco. Mi objetivo es construir una cartera que esté diseñada no solo para crecer, sino para sobrevivir a escenarios adversos.

Invertir no es adivinar

Uno de los malentendidos más extendidos sobre invertir es creer que se trata de adivinar qué pasará con la economía, el mercado o los tipos de interés. Yo no intento anticipar el futuro. Intento entender lo que ya está pasando y valorar cómo de descontado está por el mercado.

El núcleo de mi trabajo no es prever, sino evaluar. ¿Este negocio es sólido? ¿Está bien gestionado? ¿Cotiza con un margen de seguridad frente a su valor razonable? Si las respuestas son afirmativas, actúo. No necesito saber cómo evolucionará el petróleo o si la inflación bajará medio punto más en seis meses.

Mi ventaja no está en la predicción, sino en la interpretación. En ver lo que otros miran pero no entienden bien. En detectar oportunidades que el mercado ignora porque está distraído intentando adivinar el siguiente movimiento de la Fed.

Cuando una empresa buena no es una buena inversion

Una de las ideas más importantes que aprendí —y que no es evidente al principio— es que una empresa excelente no siempre es una buena inversión. Puede tener márgenes elevados, una marca poderosa, un equipo gestor brillante… y aún así, no ser una oportunidad atractiva.

¿Por qué? Porque el precio importa. Si la empresa cotiza con expectativas demasiado altas, el margen de error desaparece. En esos casos, aunque el negocio funcione perfectamente, es probable que el retorno no compense el riesgo asumido. Es el típico caso de “empresa maravillosa, inversión mediocre”.

Mi trabajo consiste en encontrar empresas buenas que además estén mal valoradas. No busco gangas en negocios en decadencia, pero tampoco pago cualquier precio por calidad. La clave está en el equilibrio: calidad + precio razonable + margen de seguridad.
El corto plazo juzga resultados, el largo plazo juzga decisiones

El mercado, por naturaleza, es impaciente. Valora lo inmediato, castiga lo inesperado, premia lo llamativo. En el corto plazo, una empresa puede ser aplaudida por crecer rápido, por sorprender al alza o por pertenecer al sector de moda. Pero eso no significa que sea una buena inversión.

En mi forma de entender la inversión, el resultado a corto plazo es solo una fotografía parcial. Puede verse afectado por factores aleatorios: tipos de interés, expectativas del mercado, un trimestre atípico. Pero las decisiones que tomas como inversor —qué empresas eliges, por qué lo haces, a qué precio entras, cuánto tiempo planeas mantenerlas— son las que construyen la rentabilidad real en el tiempo.

A veces, decisiones correctas generan resultados decepcionantes en el corto plazo. Y al revés: decisiones poco sólidas pueden dar rendimientos momentáneos por puro azar. El reto está en no dejar que ese juicio inmediato del mercado condicione tu criterio.

Por eso, en Thelios Capital priorizo la coherencia del proceso sobre la aprobación del momento. Cada posición que tomo busca resistir el escrutinio del tiempo, no solo el titular del mes. Porque el mercado puede juzgarme por los resultados de hoy, pero yo me juzgo por las decisiones que puedo defender dentro de cinco años.

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